En sueño cae marchita
la armonía,
tras la sospecha
sostenida
de un Tú y tu nuevo
amor.
Y esa locura de que
te importe,
mis días o mis
noches,
cuando ya hemos decidido
que es más grato
el olvido
que pensar en
desamor.
No sigo por ti
ilusionada
sólo tengo memorias
airadas,
pues tu vida
desgraciada
es ajena a mis
angustias.
Como si ya no
fueran tuyas
mis caricias
condenadas
a tu piel
enamorada,
a tus ojos y
miradas.
Aunque en el
fondo eche de menos,
Todo lo que hemos
vivido,
Loco y mísero
amor mío,
Yo no he perdido.
Pues tuya es la
tristeza ahora.
La tristeza de no
pensarme.
Pues no existe amor
fructífero
si no ha tomado
de rehén al mío
y así, tú logres olvidarme.
El llorar no se
me hace fácil
A Pesar que lo he
vivido
Desde un comienzo
a desenlace.
Desde que tu
cuerpo está lejos del mío.
¿Por qué me falla
el subconsciente?
¿Por qué de tanto
hallarte muerto
hoy revives en mi
mente?
Que te quede lo
prohibido
de este sueño sin
olvido.
Pues al abrir los
ojos,Mi corazón se ha
detenido.
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