lunes, 22 de noviembre de 2010

Clávame tus dientes filosos en mi cuello, quiero sentir que me desangro. Nunca podrás matarme


Esta noche no se diferencia a las anteriores. La luna llena, la mesa llena de papeles, yo con ganas de dormir y tanto que quiero hacer. Quiero caminar sin camino fijo, caminar rápido como si me persiguieran, como si el miedo estuviera atormentándome en cada esquina. Quiero sonreír y no sentir que mis mejillas pesan, que la única forma de sentirme bien es cerrando los ojos. Quiero caer, caer, caer… sentir el viento frio y fuerte. Quiero correr y dejarlo todo mientras suena esa vieja canción que me hace soñar y saltar entre almohadas.

Quiero ser tu quimera, tu deseo, tu única salvación. Quiero que necesites mi sangre, que no quieras herirme y dud

es en hacerlo.

Lo poco que uno piensa… el tiempo que no espera… las cosas que aún no he dicho… me jode todo hoy. Sólo bésame el cuello.



Quiero llegar a ser lo que tanto soñé…

Suelo equivocarme siempre en lo mismo y sólo quiero saber si alguien ahí puede oírme.

Todo tiene oportunidad de cambiar y mejorar, ya no entiendo porque esto me sale mal.

Pertenezco a mi propia intersubjetividad y quisiera poder cambiarla, me doy cuenta de esto y más cuando es tarde para despertar si aún mis sueños no han descansado. Soy la poca fe que tengo en mi misma, una ninfa sola por voluntad propia. Solo espero volar pronto lo más cerca del sol y morir en lo alto pues me sobran las ganas de uir de aquí, de dormir por el resto del año. Esperar que el próximo sea mejor

No todo siempre en la vida va a estar bien.